Sognefjord Día 15. Tunsbergdalsbreen - Gaupne (07 de Junio de 2014, 28 km)

El sol luce radiante en el cielo. No me entretengo demasiado en desayunar, recojo la tienda y preparo una bolsa estanca con lo justo para continuar la ruta a pie. Avanzo por las orillas rocosas y cuando me es imposible sigo por la llanura que en pocas semanas cubrirá el lago cuando esté rebosante con el agua del deshielo. Hay que llevar un poco de ojo en este terreno porque algunas zonas son fango puro y puedes meter la pata hasta la rodilla

En la última parte hay que subir una loma, al otro lado descubro el espectacular Tunsbergdalsbreen

Después de unos minutos de relajada y feliz contemplación emprendo el camino de vuelta al campamento. 

Al llegar a él no me queda más que empacar la mochila y llevar la barca a la orilla para poder iniciar el regreso al otro lado del lago. Reviso si ha perdido aire la balsa y relleno un poco por precaución antes de meterme al agua.

La vuelta resulta mucho más llevadera por la corriente que empuja a mi favor, el viento que hace lo propio y porque ya soy un remero capaz de llevar la dichosa barquita en línea recta más de 10 minutos. El resultado final es que el mismo recorrido que ayer tardé unas cuatro horas en hacer hoy me entretiene aproximadamente dos y media. 

En la orilla pongo a secar la barca y aprovecho para comer. Guardo todo en la mochila y me vuelvo a disponer en modo terrestre para la caminata de regreso a Gaupne.

Todo el camino de vuelta voy acompañado por un sol magnífico y una temperatura perfecta.

Esta vez decido caminar por el arcén de la carretera hasta llegar al puente de piedra ya cerca de Gaupne. La vistas desde la carretera tampoco están mal realmente.

Nada más llegar a Gaupne voy de cabeza al hotel a avisar de que he regresado, recoger mis cosas y celebrar el fin de la travesía con una cerveza helada.